Los nativos de este signo no conocen el término medio; de hecho apenas conocen término alguno. O por decirlo de otro modo: son tontos del culo.
Se caracterizan por su inconstancia y su superficialidad. Les pones un programa del corazón y ahí se quedan, sentados en el sofá horas y horas babeando. Son propensos a las flatulencias y están acomplejados por el tamaño de su pene. A las mujeres eso último no les ocurre.
A veces se ponen muy nerviosos y se dan cabezazos contra la pared. Probablemente porque tienen un momento de lucidez y se dan cuenta de lo estúpidos que llegan a ser. Su inconstancia hace que no sea muy buena idea quedar con ellos, pues no es extraño que cambien de opinión y no acudan a la cita, lo cual, después de todo, hará que salgamos ganando. Otra razón para no quedar con ellos es su insulsa e insoportable verborrea. Y por si fuera poco mienten como bellacos. Suelen contar los peores chistes del mundo, les huele el aliento y se ríen por cualquier cosa.
Un ilustre representante de este sigo fue el Marqués de Sade. Con esto está todo dicho: hay que ser un auténtico masoquista para relacionarse con un géminis.
Las predicciones a medio plazo indican que a mediados de año serás invitado a una boda; concretamente a la de tu ex, de la cual andas todavía perdidamente enamorado. En un momento dado se te acercará y te susurrará al oído: ¡jódete!
Por lo demás el futuro no te depara nada bueno, como ya viene siendo habitual. Si tienes trabajo, vas a perderlo. Si tienes pareja, también la perderás. Por lo menos hay bastantes probabilidades de que encuentres un billete de 500 euros en la calle. Por supuesto será falso.
La maquinaria
Hace 3 días
siempre quise ser geminis de pequeño jeje
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