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viernes, 1 de enero de 2010

Que quede claro

¿Quién no ha leído alguna vez toda esta sarta de mentiras?


Mi madre nunca me dio el pecho porque decía que solo me quería como amigo.

Mi padre lleva en la cartera la foto del niño que ya venía en la cartera.

Una vez me perdí. Le pregunté al policía si creía que íbamos a encontrar a mis padres. Me contestó: "no lo se chaval...hay demasiados sitios donde se pueden esconder".

El último deseo de mi padre moribundo fue que me sentara en su regazo: estaba en la silla eléctrica.

Cuando me secuestraron, los secuestradores mandaron a mi padre un trozo de mi dedo. Mi padre dijo que quería más pruebas.

Una vez me encontré a las autoridades sanitarias. Me ofrecieron un cigarrillo.

Un día me llamó una chica a casa diciéndome: "ven a casa, no hay nadie". Y cuando llegué a su casa era cierto; no había nadie.

A mi mujer le gusta hablar conmigo después del sexo. El otro día me llamó a casa desde un hotel.

Una vez ingerí un frasco entero de tranquilizantes. El doctor me dijo: "tómese una copa y acuéstese un poco".

El psiquiatra me dijo que me estaba volviendo loco. Yo le dije que quería una segunda opinión. "De acuerdo, también es usted feo”.




Pues ya estoy harto. Se han dicho muchas falsedades sobre mí, y creo que ya va siendo hora de poner los puntos sobre las íes. Y sobre alguna que otra jota. Sobre todo sobre mis padres. La verdad, quitando algunos intentos de suicidio, mi infancia tampoco fue tan desgraciada. Y sino aquí les dejo esta muestra que encontré el otro día en el baúl de los recuerdos. Mis padres me regalaron un tobogán para mi solo.


3 comentarios:

  1. Me gusta muxo esta nueva vertente, mucho más que la horoscopiana (que destilaba mala leche). si tenemos en cuenta que nome perdí ni uno sólo de las descripciones de las casas del zodiaco, y que me encantaban, pues intenta imaginarte como me gustan tus últimos post. Será el mejor blog, si no lo es ya. Un saludo. Permiteme que me haga seguidor incondicional.

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  2. ¡Qué ilusión te haría!. Porque para entonces ya estarías hecho a toda clase de perrerías de los adultos... que tendrían que comprarte pantalones nuevos cada vez que jugases en el tobogán... Je, je Besos por tu infancia desgraciada y feliz 2010

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  3. Gracias Charles por los elogios. En realidad de mala leche no tengo en absoluto, sólo que me divierte escribir alguna que otra barbaridad. De todos modos intentaré moderarme, jaja.
    Gracias meg, feliz 2010.
    Un abrazo

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