Los nativos de este signo no conocen el término medio; de hecho apenas conocen término alguno. O por decirlo de otro modo: son tontos del culo.
Se caracterizan por su inconstancia y su superficialidad. Les pones un programa del corazón y ahí se quedan, sentados en el sofá horas y horas babeando. Son propensos a las flatulencias y están acomplejados por el tamaño de su pene. A las mujeres eso último no les ocurre.
A veces se ponen muy nerviosos y se dan cabezazos contra la pared. Probablemente porque tienen un momento de lucidez y se dan cuenta de lo estúpidos que llegan a ser. Su inconstancia hace que no sea muy buena idea quedar con ellos, pues no es extraño que cambien de opinión y no acudan a la cita, lo cual, después de todo, hará que salgamos ganando. Otra razón para no quedar con ellos es su insulsa e insoportable verborrea. Y por si fuera poco mienten como bellacos. Suelen contar los peores chistes del mundo, les huele el aliento y se ríen por cualquier cosa.
Un ilustre representante de este sigo fue el Marqués de Sade. Con esto está todo dicho: hay que ser un auténtico masoquista para relacionarse con un géminis.
Las predicciones a medio plazo indican que a mediados de año serás invitado a una boda; concretamente a la de tu ex, de la cual andas todavía perdidamente enamorado. En un momento dado se te acercará y te susurrará al oído: ¡jódete!
Por lo demás el futuro no te depara nada bueno, como ya viene siendo habitual. Si tienes trabajo, vas a perderlo. Si tienes pareja, también la perderás. Por lo menos hay bastantes probabilidades de que encuentres un billete de 500 euros en la calle. Por supuesto será falso.
Arancel universal
Hace 17 horas
siempre quise ser geminis de pequeño jeje
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